viernes, 21 de mayo de 2010

MI VIEJA BARRANQUILLA




Como todos sabemos o bueno algunos no sabemos que a diferencia de ciudades colombianas como Cartagena o Bogotá, Barranquilla no fue fundada durante la época de la Colonia española y tampoco tiene un referente precolombino. Se cree que su asentamiento fue cerca de 1629. Por esta razón la ciudad no celebra su fundación, sino el momento en el cual fue declarada Villa el 7 de abril de 1813. Es una ciudad nacida en cambio del encuentro cultural de pueblos gracias a su desarrollo como puerto fluvial durante el siglo XIX. Desde las últimas décadas de ese siglo, los principales grupos migratorios que han entrado al país, lo hicieron teniendo como destino la ciudad o como puerto de paso hacia el interior del país. sirio-libanes, alemanes, italianos, españoles, estadounidenses, asiáticos (chinos en su mayoría) y muchos otros extranjeros llegaron a la ciudad por diversas razones.

El nombre de Puerta de Oro de Colombia, más que una referencia romántica, tiene un significado literal: Hasta el desarrollo de la aviación en Colombia, Barranquilla desde finales del siglo XIX y mediados del siglo XX fue la puerta literal del país, por donde entraban y salían los viajeros, las mercancías y todo lo que concerniera a Colombia con el resto del mundo. La construcción de grandes aeropuertos en las principales ciudades del país no menguó la importancia de una ciudad que crece de cara a uno de los mares de intercambio comercial más importante del mundo: el Mar Caribe. El hecho que no sea una ciudad de origen colonial, hace que su arquitectura sea preferiblemente republicana y por ello posee una de las muestras republicanas más grandes del país.
Vista del paseo de Bolívar en la década de 1930 cuando deja de ser paseo de Colón (1937).
La primera mención del actual territorio de Barranquilla data de 1533, y fue escrita por Gonzalo Fernandez de Oviedo y Valdes. El describe aquí el recorrido de Pedro de Heredia, fundador de Cartagena, justo semanas antes de fundar dicha ciudad, y que dice que este punto era un atracadero de canoas de indios de la Gobernación de Santa Marta, que tenían dos canoas llenas de camarones secos que traían de mercadería, e iban al Río Magdalena a comerciar con aquella mercadería, sal y otras cosas.
Sin embargo se conoce como el primer asentamiento humano permanente de Barranquilla el pueblo de Indios Camacho. En el siglo XVI se creó una encomienda del capitán Domingo de Santa Cruz, adjudicada por la corona española por su notable desempeño como militar al servicio de la Corona española. Esta encomienda desapareció en 1559, cuando estaba en manos de la señora Ana Ximenez viuda de Santa Cruz, quien la había recibido a raíz del fallecimiento de su esposo. Dicha señora fue víctima de un atropello de parte del segundo encomendero de Galapa, don Pedro de Barros I. Este tomó arbitrariamente toda la población encomendada de Camacho que estaba en condiciones de trabajar y se la llevó a su encomienda.
Luego, entre 1627 y 1637, se funda la hacienda San Nicolás de Tolentino por don Nicolás de Barros y de la Guerra, bisnieto de don Pedro de Barros I, segundo encomendero de Galapa. La hacienda se estableció a orillas del caño La Tablaza. Según Domingo Malabet Castañeda el área original de la hacienda era de 24,78 kilómetros cuadrados pero que el señor Pedro Vasquez Buezo le vendió 16,52 kilómetros cuadrados más llegando la hacienda a medir 41,30 kilómetros cuadrados. En esta hacienda, don Nicolás de Barros se vio en la necesidad de permitir a sus concertados libres que construyeran sus viviendas dentro de los límites de la hacienda de tal manera que desarrollaran sus faenas en el campo y ayudaran a la manutención de sus familias. Además, después de la muerte de don Nicolás de Barros, la hacienda empezó a albergar otro genero de habitantes, las personas que por motivos de salud, edad o por mantener una relación de compadrazgo con el dueño de la hacienda, se les permitía vivir en dicha estancia. También habían indígenas procedentes de Malambo y Galapa. Para 1681, la hacienda era considerada un sitio, es decir un pueblo. La hacienda y sus sitios aledaños eran conocidos como Barrancas de San Nicolás. Hoy en día parece muy lógico que la Ciudad se hubiera establecido en la ribera occidental del Río Magdalena, principal arteria fluvial del país y vía de acceso que permitió la colonización de un país geográficamente diverso como es Colombia. Sin embargo, en la época de la Colonia Española el Río Magdalena tenía un delta con una vegetación y condiciones naturales que hacían imposible asentarse en sus riberas.
El 7 de abril de 1813, fecha que se institucionalizó más tarde como el día de Barranquilla, el Presidente-Gobernador del Estado Libre e Independiente de Cartagena de Indias, Manuel Rodríguez Torices, otorga a la población el título de Villa de Barlovento, capital del Departamento de Tierradentro reconociendo el valor y patriotismo del pueblo. Finalmente recibe el sonoro nombre de Barranquilla.
Una romántica leyenda promovida por los historiadores Juan José Nieto y Domingo Malabet, hoy científicamente desvirtuada, planteaba que Barranquilla fue poblada por ganaderos de la vecina población de Galapa que dejaron sus tierras buscando mitigar la sed de sus hatos en las aguas del río Magdalena.
Barranquilla no es una ciudad colonial española y su importancia no llegaría hasta la segunda mitad del s. XIX cuando se empezó la navegación a vapor por el río Magdalena.